lunes, 9 de febrero de 2015

Te odio, te odio con todo el amor de mi corazón.

Ojalá

Ojalá todo para ti; ojalá llores todo el día hasta que no te queden lágrimas. Ojalá busques agua y no te pase por la garganta. Ojalá sientas que te secas. Ojalá te despierte a media noche tu propio llanto y te dé sueño y no te deje dormir. Ojalá te duela el estómago y sientas que te consumes por dentro. Ojalá me pienses cada segundo, cada respiro, cada parpadeo. Ojalá te duela y te duela mucho, en la cabeza, en el cuerpo en el hueco del corazón. 
Ojalá sientas tanto frío que empieces a sudar. Ojalá te falte el aire y mires que el techo se aleja de ti. Ojalá tengas que fingir que no te pasa nada aunque no puedas ni abrir los ojos. Ojalá te veas forzado a reír. A comer, a no vomitar. Ojalá te duela y te duela mucho. Ojalá sientas odio. Ojalá se te sequen las palabras y se te mojen los papeles. Ojalá tengas que pedir lágrimas prestadas.
Ojalá no te pase nada de esto, porque duele, duele mucho y no tengo ni fuerzas de deseárselo a nadie.